Por Facundo Fuentes
Parece lejano aquel 10 de diciembre, día en que el ingeniero Mauricio Macri se convirtió en el primer presidente procesado de la historia argentina, pero apenas han pasado 4 meses, 4 meses en que ha pasado de todo en nuestro querido país.
Propongo un breve repaso sobre la gestión macrista en la llamada luna de miel presidencial:
En los primeros días Macri comenzó a marcar la cancha, manejándose con excesivos decretos de necesidad y urgencia sin llamar a sesiones extraordinarias del Congreso.
Cumpliendo con lo prometido en campaña eliminó retenciones al agro y a la minería, eliminó el cepo y subió el mínimo no imponible. Además logró importantísimos avances en la lucha por terminar de una vez por toda con el karma buitres.
Otro hecho destacable fue la apertura al diálogo con los distintos gobernadores, presidentes y el Vaticano.
Hasta aquí todo “joya”, satisfaciendo demandas de un importante sector que lo bendijo con su sufragio.
Ahora bien, es innegable que un amplio sector de la sociedad se vio estafado ante el incumplimiento de promesas del señor presidente. Éste prometió no devaluar, y lo hizo, hecho que llevó a una altísima inflación que ronda el 4% mensual.
Macri prometió que nadie iba a perder su trabajo, pero el presente real muestra que desde su asunción 120.000 personas, entre ámbito privado y estatal, quedaron en la calle; generando paros nacionales y masivas movilizaciones.
Pobreza cero, otra estafa a la ilusión y la esperanza. Según datos de la UCA entre diciembre y marzo se incrementó el número de pobres en 1.400.000.
Ni hablar de los tarifazos que tanto le duelen al trabajador. El argentino lamentablemente perdió notoriamente su poder adquisitivo. Los aumentos en electricidad, gas, transporte, agua y en lo más indispensable para vivir como lo es la canasta básica están haciendo cada vez más difícil sobrevivir el día a día.
Otra característica del gobierno macrista fue la censura mediática, con graves aprietes a quienes querían contar la otra cara de la moneda.
La criminalización de la protesta también dio que hablar, con durísimas represiones a los piquetes.
La promesa de inversiones en nuestro país tampoco ha visto progreso, mientras que la industria se hunde cada vez más, ayudado a esto por la apertura a las importaciones.
Macri se llenó la boca en toda la campaña de querer eliminar la corrupción en nuestro país, pero puso a la argentina en el foco de la tormenta viéndose involucrado en el escándalo de los panamá papers, hecho por el cual deberá dar pruebas verídicas, contundentes y más firmes que las que ha dado hasta el momento, porque el pueblo se lo exige, y el mundo comienza a hablar de su inminente imputación.
El tiempo transcurrido de Macri en el poder ejecutivo hace que aun sea demasiado pronto para poder condenarlo o aplaudirlo, pero lo cierto es que Mauricio ya mostró la hilacha.
La imagen positiva de Mauricio Macri comienza a caer aceleradamente y el futuro del país es alarmante, incierto y con números realmente preocupantes. Hasta cuando aguantará su repetitiva excusa de la pesada herencia? La luna de miel llegó a su fin. Señor presidente, llegó la hora de abrir los ojos y demostrar que el pueblo no se equivocó con su voto.
Concuerdo con todo el articulo, excepto la promesa de no devaluar, si podrías respaldarla con algún video o alguna noticia de algún medio imparcial por favor, lo mismo con la estadística realizada por la UCA; personalmente, antes de las elecciones presidenciales ya divisaba una inevitable devaluación, sin importar el gobierno que asumiera.
ResponderBorrarInteresante recordar cuando Macri perjuro que no existiría ningún ajuste, mientras Scioli nos lo advertía.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderBorrarhttps://youtu.be/qNVCGwSIfi8
ResponderBorrar