Por Santiago Halusch
Paso más de un mes desde que el ingeniero Mauricio Macri dio su discurso de apertura de las sesiones ordinarias en el Congreso de la Nación. En esa oportunidad, como es de público conocimiento, el contenido de dicho discurso versó principalmente sobre la supuesta perspectiva oficialista respecto a lo que llamamos coloquialmente "la herencia K". Inmediatamente me surge un interrogante, ¿lo dicho el primero de marzo se condice con lo que piensan los funcionarios macristas?
Un militante kirchnerista diría que el balance del periodo 2003-2015 es positivo, esgrimiendo la ampliación de derechos sociales, la mejora en los guarismos sobre la pobreza y mortalidad infantil, el alivio del yugo de la deuda externa, un PBI mucho mayor al del 2003, mayor tasa de afiliación a los gremios, mejores salarios reales, ininterrumpidas paritarias libres, etcétera. Por otra parte, un militante macrista probablemente arguya que Cristina Fernandez dejó al país en el cuarto lugar del ranking de países con mayor inflación, sin dolares, con deudas no asumibles, sin acceso a la financiación internacional, un excesivo déficit publico, escandálos de corrupción, una sociedad dividida, entre otros problemas. Respecto a la cuestión de la división social, habría que analizar que cuota de responsabilidad podría tener un gobierno y cual los medios de comunicación. Mi intención no es profundizar sobre una discusión que solo puede darse bajo la influencia ineludible del subjetivismo intrínseco sino mostrar la manifiesta hipocresía con la que se expresan ambos frentes.
Estoy convencido que como ciudadanos debemos esforzarnos para controlar el accionar de quienes reciben nuestro mandato para ejercer la función publica. A pesar de que mi opinión es que lo dicho en multiples ocasiones por funcionarios K estuvo marcado por muchas falacias dirigidas a la sociedad, prefiero fundamentar esta postura en otra oportunidad y centrarme en responder el interrogante que me hice al comenzar y de esta manera conocer mejor a quienes conducirán a Argentina los próximos años.
Recapitulando, no creo que los funcionarios del PRO estén del todo descontentos del país que recibieron o, cuando menos, ellos afirmaron implícitamente estar conformes en múltiples situaciones.
Luego de la estadía del presidente en Davos, presento como logro de su gestión la inversión de 600 millones por Renault-Nissan. Sin embargo, este suceso ya había sido anunciado por la ex presidente en abril de 2015 por cadena nacional. Este fue el primero pero no el último de los anuncios de Macri que en realidad ya habías sido anunciado con anterioridad: desde la repostulación conjunta con Uruguay para organizar el mundial de fútbol en 2030 (ya se firmó un convenio hace más de 12 meses con Jose Mujica), hasta la propuesta de universalizar la educación desde los 3 años, ley 27045 ya promulgada desde 2014.
Estas actitudes no solo provinieron del titular del Poder Ejecutivo Nacional, sino tambien de la gobernadora María Eugenia Vidal y el Ministro de Transporte Guillermo Dietrich, quienes hace poco días inauguraron la estación City Bell del Ferrocarril Roca, que cuenta con el financiamiento del BID desde la gestión anterior. “Todo el equipo trabajó para dar respuestas concretas”, dijo Vidal, quien se otorgó todo del mérito sin darse cuenta (o si) que ese anuncio ya había sido realizado.
Creo firmemente que la mentira está patente y que quienes formularon el discurso de la pesada herencia del anterior gobierno, no están del todo convencidos. Espero que esta hipocresía no sirva de herramienta para que insensatos dirigentes y militantes opositores justifiquen la suya, la cual esta latente y personalmente estoy cansado de ver en iguales o peores magnitudes.
Al leer la nota recordé, que hace no mucho, discutiendo con un amigo sobre las políticas de Macri, textualmente le dije "Cuando lo voté, ya sabia que no era ningún santo", por lo que no me sorprende ver estas pequeñas hipocresías, en lo que a mi voto concierne, hice una ponderación de los candidatos, para luego emitir el famoso "voto útil", por mas que hubiera preferido que este Stolbizer en el gobierno; el "voto ganado" no me termino de convencer.
ResponderBorrarRetomando el tema principal, reconozco los importantes avances sociales que se hicieron en la gestión anterior, sin embargo, a mi modo de ver las cosas, dejaron una economía nefasta, y esta es la pesada herencia con la que carga Cambiemos. Mas allá de los logros que se esta robando el gobierno, la verdad es que dejaron una inflación altísima, que la parchaban con medidas temporales como lo son los precios cuidados, el cepo al dolar, subsidios, etc. Remover estos remedios provisionales, para dar soluciones permanentes, va a implicar un gran esfuerzo de parte del presidente y sus funcionarios. En pocas palabras, es verdad que hay una doble moral y me gustó mucho que la remarques, pero la pesada herencia existe, y consiste en principalmente en lo relativo a lo económico.