Por Nahir Nallar
Venezuela, Ecuador y Bolivia, son países que adoptaron como suyas las políticas del “Socialismo del Siglo XXI”. Este es un concepto que nació en la escena internacional en 1996 de la mano de Heinz Dieterich, y podríamos decir que Hugo Chávez fue quien lo inauguró oficialmente en su discurso en V Foro Social Mundial en el año 2005.
El modelo de Estado socialista del socialismo del siglo XXI es un socialismo revolucionario que debe directamente de la filosofía y la economía marxista, y que se sustenta en cuatro ejes: el desarrollismo democrático regional, la economía de equivalencias, la democracia participativa y protagónica y las organizaciones de base. Dieterich, en su obra Socialismo del Siglo XXI se funda en la visión de Karl Marx sobre la dinámica social y la lucha de clases. Él, revisa la teoría marxista con ánimo de actualizarla al mundo de hoy, incorporando los avances del conocimiento, las experiencias de los intentos socialistas, develando sus limitaciones, entregando propuestas concretas tanto en la economía política como en la participación democrática de la ciudadanía para construir una sociedad libre de explotación. Resumiendo, el socialismo del siglo XXI supone que es necesario un reforzamiento radical del poder estatal democráticamente controlado por la sociedad para avanzar el desarrollo.
El 11 de marzo de 2013, Nicolás Maduro asume a la presidencia de la República Bolivariana de Venezuela con el mismo plan de gobierno que había ganado Chávez las elecciones presidenciales. El programa de la patria, contenía los siguientes cinco objetivos generales:
1) Defender, expandir y consolidar el bien más preciado que hemos reconquistado después de 200 años: La Independencia Nacional.
2) Continuar construyendo el Socialismo Bolivariano del siglo XXI en Venezuela, como alternativa al modelo salvaje del capitalismo y con ello asegurar la “mayor suma de seguridad social, mayor suma de estabilidad política y la mayor suma de felicidad”, para nuestro pueblo.
3) Convertir a Venezuela en un país potencia en lo social, lo económico y lo político dentro de la gran potencia naciente de América Latina y el Caribe, que garanticen la conformación de una zona de paz en nuestra América.
4) Contribuir al desarrollo de una nueva geopolítica internacional en la cual tome cuerpo mundo multicéntrico y pluripolar que permita lograr el equilibrio del universo y garantizar la paz planetaria.
5) Contribuir con la preservación de la vida en el planeta y la salvación de la especie humana.
Programa de la Patria 2013-2019, redactado por Hugo Chávez
Entonces, después de esta rapidísima reseña histórica, deberíamos preguntarnos qué es lo que lleva a la oposición a avanzar en los pasos previos para activar el referéndum revocatorio, una figura jurídica establecida en la Constitución que permite, cumplidos los tres años de gestión de cualquier cargo público y con el 20% del padrón electoral, solicitar la convocatoria a una elección para decidir la permanencia de Maduro en el cargo.
Digamos, que en la teoría todo parece ser ideal. En la praxis, fue todo lo contrario. El ciudadano venezolano nunca pudo hallar en este sistema “la mayor suma de seguridad, estabilidad y felicidad”. Venezuela tiene colapsados los principales pilares del Estado: seguridad, salud y educación. Las personas mueren porque no existen suministros para realizar cirugías o no ingresan medicamentos, la coacción por parte del gobierno reprime manifestaciones populares y en este punto, ni siquiera tienen luz.
El descontento social por parte de la población venezolana viene ya hace tiempo siendo noticia en los diarios mundiales, como así también la poca ejecución de políticas reales que permitan una mejora en las condiciones de vida de los ciudadanos.
Estamos viviendo un proceso de cambio de épocas en América Latina, y si hay un denominador común en este pequeño camino que se va recorriendo, es que el pueblo está tomando conciencia de su deber de ejercer autoridad como primer dueño del poder que se dio a través de un voto. Como se da, se puede quitar.
Ahora hay que estar atentos, si se logra la ley para el referéndum, luego se lo lleva a cabo y éste resulta positivo a la destitución de Maduro, podría significar el fin del socialismo en Venezuela, y una vez más habría fracasado un modelo revolucionario de las clases trabajadoras en pos del bien común. Demostrando así, que el Marxismo es una teoría incompatible con la realidad, la democracia y el Estado de Derecho, y que a lo largo de todos estos años sólo generó caídas de regímenes y crisis políticas e institucionales.
"y una vez más habría fracasado un modelo revolucionario de las clases trabajadoras en pos del bien común." Claramente tenes mezclados los conceptos... La gente que quiso llevar a cabo esa revolucion no fueron trabajadores, Maduro es un corrupto mas. No tienen nada que ver con la gente que dia a dia trata de llevar el pan a su casa trabajando de lo que puede o de lo que tiene la oportunidad. Claramente nunca te tuviste que ensuciar las manitos para trabajar
ResponderBorrarMe refiero a la teoría, a la hipótesis del marxismo como incompatible con la realidad. Y justamente lo que me enoja, es que se lo implemente empobreciendo al trabajador (de cualquier clase social) y tomando ventaja de él cuando son el motor del estado.
BorrarMe lastima mucho que califiquen al marxismo como absurdo e irreal, la filosofía que dio a luz Marx es brillante, y los vicios que señalo del capitalismo son indiscutibles; sin mencionar que es ofensivo circunscribir al "marxismo" solamente a la economía. Lo que es incompatible con la realidad es la teoría comunista, que esta planteada tomando postulados del gran filósofo alemán.
ResponderBorrarEntonces te pregunto, cual crees vos que es motivo de la situación social política y económica de Venezuela?
Borrar"sólo generó caídas de regímenes y crisis políticas e institucionales", claro porque seguramente los gobiernos conocidos como de derecha no produjeron crisis..
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