Por Enrique Guardo
Comienzan a caer soldados. Milagro Sala, Ricardo Jaime, y ahora, Lazaro y su hijo. El ejército de la jefa comienza a desmoronarse… ¿Podremos decir por fin los argentinos que en nuestro país se hace justicia?
Empiezan las declaraciones en Comodoro Py. El desfile de caras conocidas es oro para los medios y una fuente de esperanza para el pueblo. Y hoy les hablo como argentino, dejando de lado mi ideología y mi forma de ver las cosas.
Ni bien asumió Mauricio Macri, la gente comenzó a esperanzarse con el fin de la corrupción. De hecho, hasta hubo personas que votaron al actual presidente solo para que se acabe la impunidad. Y esta convicción fue realidad. Y el primer indicio fue ver a Milagro Sala caer en Jujuy en manos del radical Gerardo Morales, que se banco protestas y amenazas de la famosa Tupac Amaru.
Ni los mismos opositores al proyecto N&P lo podían creer. Resignados de tanta naturalidad con la que se vive la corrupción, el pueblo argentino vuelve a sentir que este tren puede volver a su carril.
Y esta semana no pasó desapercibida para nadie. Primero Ricardo Jaime, el ex secretario de transporte, detenido y ahora tras las rejas. Imputado por recibir coimas en la compra de trenes que resultaron ser chatarra. Jaime cuenta ya con tres condenas y una serie de denuncias, entre ellas, la tragedia de Once.
Luego fue el turno del más importante de la semana. Lázaro Báez. El famoso contratista de obras públicas de Santa Cruz. Junto con él, su contador, Daniel Pérez Gadín. Ambos, acusados de entrar 5 millones de dólares a SGI Argentina S.A. (La Rosadita), cuyo origen no pueden declarar. El dinero fue contado junto a Martín Báez, Cesar Fernández, Walter Adriano Zanzot, Fabián Rossi, Daniel Pérez Gadín, y otros todavía no identificados.
Y esto no termina acá. En las próximas semanas Comodoro Py recibirá la visita de importantes figuras. Entre ellas, Cristina Fernández de Kirchner, Axel Kicillof y Julio De Vido.
Esperanza. Esa es la palabra. Esperanza de cambio. De que esta gente este tras las rejas. Que la plata que se robaron se le devuelva al pueblo. Porque esa plata es nuestra. De mi viejo, del tuyo; que se rompen el lomo laburando para que esta gente pese la plata para agilizar el conteo y la saque del país tomando whisky.
He escuchado gente defender hasta con violencia a la mafia K. Como dije antes, hoy escribo como argentino. Y pienso que lo hacen por orgullo. Ese orgullo que el humano tiene de no querer quedar como el equivocado o como el que creyó en ladrones. Y los entiendo. Su ideología se ensució por esta gente. Dios sabrá que hubiese sido de este país sin la mano negra.
No sé si la vida de la gente va a cambiar metiendo presos a todos los culpables de la Korrupción Argentina. Pero va a ser un hecho histórico. El día en que el pueblo pudo contra esta gente que cree ser intocable. Que gracias al disfraz de proyecto nacional y popular se enriquecieron ilícitamente sin transpirar. Y lo siento por la gente que creía o cree en ellos. “La corrupción no mata lo bueno de un proyecto” dijo una periodista en un medio nacional hace poco. Yo digo que sí. Que mató el proyecto. Que mató la ideología. Que mató a la gente que creyó en ellos y a los que no. En fin, mató nuestro país.
Pero siempre fuimos como los fénix…
No niego que me da satisfacción el hecho de saber que condenan a estos delincuentes, pero aun así, no estaría tan seguro que verdaderamente se esta depurando la justicia argentina, es fácil perseguir y condenar al los gobiernos pasados, y no es novedad que en argentina el ejecutivo ejerce demasiada presión contra los otros poderes, de lo que resulta un sometimiento del poder judicial ante el presidente de turno. Me complacería ver sanciones penales también hacia allegados de Macri, como podría ser, hipotéticamente hablando en el caso de que realmente sea culpable, Fernando Niembro.
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