"No es muy dificil atacar las opiniones ajenas, pero sí el sustentar las propias: porque la razón humana es tan débil para edificar, como formidable ariete para destruir." Jaime Luciano Balmes

sábado, 23 de abril de 2016

Legalización de la marihuana


Por Santiago Halusch


         La regulación del consumo, venta, posesión y cultivo de drogas es objeto de debate desde hace muchos años. La mayoría de los países del mundo tienen legislación concerniente a este tópico, ya sea despenalizando o legalizando. ¿Qué sistema es más benigno para toda la sociedad?



        El aspecto principal sobre el que versa la cuestión que trato de examinar es la influencia que puede tener un ordenamiento jurídico sobre la salud pública, la violencia social y el narcotráfico. Las aseveraciones de los prohibicionistas se basan en la guerra contra las drogas y el narcotráfico como flagelos que actúan en detrimento de la salud pública, aumentando la violencia a escalas altísimas. 

         En nuestro país rige la ley 23737 que penaliza la tenencia, producción, comercio, transporte y apología al consumo de drogas. No obstante, en 2009, la Corte Suprema de la Nación declaró en forma unánime la inconstitucionalidad de parte de esta ley en el conocido Fallo Arriola. En esta situación el Tribunal fija como columna vertebral de nuestro sistema jurídico al artículo 19 de la Constitución Nacional que básicamente aboga por la libertad personal de las personas cuando no ofendan al orden y la moral pública ni perjudiquen a un tercero. También los magistrados exhortaron a modificar la ley (lo que aún no sucedió) pero de todas formas se aplica esta jurisprudencia en los diversos casos judiciales sobre consumo. Sin ir más lejos, en 2013 Uruguay se convirtió en el primero en legalizar la cadena de venta y consumo de cannabis íntegramente permitiendo que las farmacias puedan vender hasta 40g de inflorescencias de marihuana por mes también posibilitando el cultivo y los clubes de consumidores. Es muy interesante analizar minuciosamente la reglamentación del país vecino (se encuentra frenada su aplicación) pero no es el objetivo de esta nota.

           Los beneficios de legalizar son numerosos, entre los más importantes se encuentran:

· Mayor libertad a las personas adultas (criterio respaldado por la Corte). 

· Potenciales beneficios en la salud tales como tratar las migrañas, prevenir el alzheimer, retrasar crecimiento tumoral, reducir convulsiones (recientemente la ANMAT permitió el uso del aceite de cannabis para este fin), atenuar síntomas de enfermedades crónicas, etcétera.

· Reducción en la violencia social: a diferencia de lo que piensan muchos prohibicionistas, la legalización abriría vías legales para tratar las diferentes controversias.

· Mitigación de mafias como en narcotráfico que muchas veces seducen debido a las ganancias que se pueden obtener en ese mercado negro por los altos precios de la marihuana que se verían reducidos si se legalizara. 

          Personalmente, luego de un análisis demasiado sucinto para lo que el tema exige, me inclino hacia la legalización. En primer lugar porque la exclusiva despenalización no serviría para atacar al narcotráfico efectivamente. En segundo lugar, porque creo que las personas adultas, en coincidencia con nuestra Constitución, deben tener las herramientas legales para desarrollar sus proyectos según gusten siempre que no se vean afectados terceros. Por último, penalizarla sería óbice para disfrutar de los beneficios que puede tener para la salud pública no solo por las condiciones intrínsecas de la planta sino porque de esta forma el Estado podría regular mucho más la cantidad y calidad de las drogas que inevitablemente consumirán las personas. Es de utilidad analizar históricamente hitos como la Ley Seca o la Guerra contra las Drogas que irrumpen contra la intimidad de las personas e incluso aumentan el consumo de drogas.

jueves, 21 de abril de 2016

La Juventud Política



Por Josué Contino


        La juventud política argentina varían entre sí, tienen distintas formas de militar, algunas destacan por su violencia y otras por su ayuda social. En este nuevo siglo, se ha modernizado la forma de participación política, apareciendo así la militancia virtual, que consiste en hacerlo a través de las redes sociales (Facebook, Twitter, Etc.)




       Una de la juventud más destacables hoy en día podría ser La Campora a la cual se le ha dado mucho protagonismo en el último tiempo por haber sido una agrupación ultraoficialista, la mayoría de las veces seguía ciegamente a sus líderes. Luego de las diversas denuncias hacía sus dirigentes, la autocrítica no se hizo presente. La mayoría de los argentinos tilda como negativa este tipo de participación por ser principalmente violenta. Por ejemplo la agresión a periodistas (El caso más actual es la agresión a Mercedes Ninci) y a políticos de distintos pensamientos (Sergio Massa, Maria Eugenia Vidal, Ramiro Tagliaferro, etc.). Vale aclarar que la agresión no tan solo es física, sino también verbal. A pesar de su actuar, los referentes de su partido y allegados nunca han intentado aplacarlos, por el contrario los han incitado. Esta forma de manejarse también se hizo presente en las redes sociales, es de conocimiento público la utilización de bots (Programa informático, utilizado para imitar el comportamiento de un humano.) para hacerse sentir. 


      Otra juventud nacional con relevancia es la de los Jóvenes Pro, se destacaron por una forma distinta de militar, el voluntariado. Hicieron un trabajo de campo distinto a la cual la sociedad argentina estaba acostumbrada. Introduciendo el sistema de sombrillas y “timbreos” que demostró tener un impacto positivo en la población. La sombrilla consistía en ubicarse en puntos estratégicos de la ciudad para charlar a los vecinos y repartir folletos, el timbreo era algo más personal, ya que consistía en ir puerta por puerta conversando con los vecinos sobre sus preocupaciones tanto en el barrio, la ciudad, la provincia y la nación. Estos jóvenes a diferencia de los anteriores tienen la capacidad de disentir de sus referentes. No apoyando ciegamente algunas medidas. 


       Las Juventudes nacionales son importantes para la política, son los impulsores de las campañas, defendiendo las ideas de su partido y movilizándose para captar el voto popular. La dirigencia política destaca que sin ellos la transmisión de las ideas sería casi imposible. 


       Personalmente aliento la participación de los jóvenes militantes, pero exhorto a estos jóvenes a no fanatizarse con sus ideas y a escuchar diferentes opiniones para enriquecer el proyecto al cual representan.


miércoles, 20 de abril de 2016

Legislación antiterrorista


Por Danilo Siliotto


         Me doy el lujo de suponer, que todos coincidimos en el desprecio superlativo hacia los actos de terrorismo, y nadie desea que sigan aconteciendo estos sucesos repudiables como los del 11 de Septiembre de 2001, 13 de Noviembre de 2015, 22 de Marzo de 2016, entre muchos otros ejemplos.




      Para ver materializado este deseo colectivo, se deben recurrir a ciertas medidas, y este es el meollo del asunto, estas medidas son restrictivas de algunas libertades individuales de las personas. Por esto mismo es que, en lo que a mí me concierne, el atentado en Paris tuvo un significado mucho más profundo que no se reduce solo a una matanza violenta e indiscriminada, sino que, a su vez, fue propiciado sobre la capital de un país que es considerado históricamente como la cuna de los derechos del hombre, y de la libertad misma, un país que dio a luz pensadores como Rousseau, Montesquieu, Voltaire, que admiro mucho, y hasta el día de hoy componen una fuente de constante inspiración para mis ideas. Y ahora, esta nación, se ve obligada a adoptar medidas que disminuyan el albedrío de sus habitantes.

       En la mayoría de los casos, cuando se adopta una norma de seguridad, se restringe alguna libertad personal. Un ejemplo simple seria la ley de estupefacientes, que restringe la libertad de una persona a utilizar drogas alucinógenas, para protegerla de sí misma, y para evitar que, bajo los efectos de las mismas, afecte la paz social. El análisis del ejemplo dado, no provoca mucho revuelo, porque ya estamos acostumbrados a vivir con esta limitación de este derecho; y aunque probablemente algún lector este a favor de la legalización de la marihuana y no acepte la ley, el ejemplo esta dado en un sentido amplio, abarcando también el impedimento de utilizar derivados de la morfina y otras drogas más fuertes, que, queramos o no, constituye una restricción de libertad.

      Volviendo al tema principal, ya se puede apreciar que, para evitar los ataques de los grupos terroristas, las medidas que se deben promulgar no gozan de una aceptación general como la del ejemplo que di anteriormente. Puedo citar de manera sintetizada, la violación de la garantía de un juicio justo en materia que el estado considere como actos terrorismo, la ampliación de la facultad del gobierno para realizar escuchas telefónicas, y así irrumpir en la esfera íntima de la persona, la limitación de los controles judiciales a los procedimientos llevados a cabo por la fuerza policial, y demás formulaciones jurídicas que reduzcan el ejercicio de la libertad de los hombres.



      Y así, finalmente, queda planteado una vez más el dilema, seguridad o libertad. Personalmente, siempre tuve el atrevimiento de autoproclamarle liberal, no en sentido estrictamente económico, sino más bien filosófico, por lo que no es difícil advertir mi evidente inclinación hacia la libertad. Por supuesto, claro está que no pretendo remover todas las cámaras de la ciudad porque me resulta molesto que la policía me esté observando, no es mi intención llegar al extremo, sino simplemente realizar una ponderación de valores, y sancionar las leyes necesarias, afectando el mínimo posible de libertades individuales.

martes, 19 de abril de 2016

Argentina, país de tránsito


Por Agustín Garcia

       Cuando nos despertamos con una noticia, como la del último fin de semana, que nos recuerda que el narcotráfico todopoderoso y estructural se cobra víctimas de todas las edades, de todos los segmentos sociales y de todos los orígenes, se me ocurren dos estilos de reacciones/opiniones frecuentadas por el decir popular. Estamos los que nos lamentamos, en este caso por la pérdida de cinco jóvenes vidas, y nos quejamos por la existencia de un mercado cruel, impersonal, injusto, inabarcable por parte de un Estado ausente; y estamos los adeptos a la desestimación, al insulto, a la difamación del otro por adicto, por delincuente, por drogón (en el mismo sentido del “algo habrán hecho” y de la [in]justicia por mano propia). Ninguna de estas formas de intentar comprender el flagelo de las drogas me parece constructiva en tanto que pretenden librarnos de toda responsabilidad, alejarnos de cualquier tipo de compromiso social, en resumen, negar la realidad de este problema o la cercanía de este a nuestra cotidianeidad. 





       No pretendo hacer un ejercicio moralista; tampoco quiero promover un mero debate filosófico sobre la existencia (o no) de una problemática cercana a cada ciudad y ciudadano, o acerca de [ir]responsabilidades compartidas. Lo que me gustaría ahora es recordarme y poner a discusión con el lector que estamos tratando un problema consistente, en constante avance y multideterminado, imposible de reducir a unas pocas variables como “los adictos están en las villas” o “los adictos están destinados a la vida de mierda que eligieron”. Es aquí donde creo que cualquier persona que se preocupa por nuestros problemas culturales y que desea vivir en una sociedad mejor tiene que sentirse verdaderamente entristecida por situaciones como la del último sábado en la Time Warp. Y es aquí también donde pienso que no alcanza con preocuparnos, que acá es donde debemos ocuparnos.

       Me surgen algunos interrogantes que, creo, no tienen respuesta inmediata, pero que quiero hacer muy presentes para dimensionar con responsabilidad el problema y para discutir estrategias de acción más concretas, reales y efectivas. En primer lugar, ¿es el adicto un criminal? ¿Es una solución criminalizar al consumidor? ¿Podemos realmente aseverar que, a aquel que sufre en su propia persona las consecuencias de la adicción, le ocurre por decisión propia, por entera responsabilidad individual? Todo esto sólo me puede llevar a cuestionar el facilismo moralista de que cada quien es dueño absoluto de sus vidas y, por tanto, que el adicto es solamente víctima de su propia impulsividad mal educada. ¿Verdaderamente podemos sostener que no existen otras variables ajenas al individuo? ¿Que los condicionantes sociales -situación socio-económica, orígenes sociales, políticas de estado, prejuicios y estereotipos, etc.- no son tanto o más condenadores como las cualidades químicas de tal o cual sustancia tóxica?

      Me parece que el negocio injusto, ilegal y cada vez más grande de las drogas no verá limitaciones hasta que existan políticas de Estado concretas y una transformación de nuestra concepción cultural del problema. No habrá estrategia concreta si continuamos negando la verdadera dimensión -creciente y cada vez más presente en nuestra sociedad- de tal flagelo. Los políticos se acostumbraron a señalar que el nuestro es sólo un país de tránsito en el negocio de las drogas. De tránsito, absolutamente cierto. De tránsito hacia la indignidad social, hacia la miseria personal y hacia la indefensión de las personas por parte de un sistema que condena rápidamente al que se equivoca. Tránsito hacia la muerte. 



     No hay solución al problema si elegimos fácilmente continuar en la negación y en la injusta estigmatización del consumidor de drogas; no hay posibilidad de prevención y promoción de la salud si seguimos prejuzgando y descalificando al otro, indefenso ante los sesgos del estereotipo y la etiqueta y de la exclusión social.

¡Que comience el endeudamiento!



Por Federico San Miguel



       Como ya todos, o la gran mayoría sabrán, el Congreso de la Nación aprobó hace un tiempo tres leyes muy importantes para el país: la primera es la ley que elimina la ley de pago soberano (aprobada en 2014), la cual se promulgó para evadir los fallos del juez de Nueva York, Thomas Griesa, y en la cual se establecía que la sede de pagos con los Hold Outs sería Buenos Aires o Francia. La segunda ley es la que elimina la denominada ley cerrojo (aprobada en 2005), la cual establecía que el Poder Ejecutivo nacional no podrá reabrir el proceso de canje, dando el mensaje “Si no entras ahora, no entras más” y la tercer ley que se aprobó, fue la de permitir al Estado contraer deuda externa por un máximo de U$S15.000 millones para pagar en efectivo a todos los bonistas que entraron en el canje que llevó adelante la actual administración y la cual tuvo una muy buena aceptación. 

      Hace unos días comenzó el denominado “Road Show” que es un proceso de promoción de la inversión, ya sea de una empresa privado o de un Estado. De este proceso participaron el Ministro de Hacienda y Finanzas de la Nación, Alfonso Prat-Gay, Luis Caputo, Secretario de Finanzas y todo su equipo económico. Ellos fueron los encargados de realizar la presentación, en el exterior, de las inversiones que requiere Argentina, los plazos y las tasas de interés anuales. 

      Ahora, la felicidad del gobierno argentino llegó cuando las ofertas de los inversores superó el monto permitido por el Congreso y trepó a los U$S 67.000 millones de dólares. Esto hizo pensar al equipo económico que las tasas de interés eran muy buenas y que los inversores, entre otras cosas, se veían interesados por eso. Lo cual llevó a que el equipo comience la evaluación de una baja en las tasas de interés para que no haya tanta oferta y puedan adquirir la deuda correspondiente a menor tasa de interés, lo cual en Argentina no se ve hace mucho tiempo. Ya que si a un aproximado del 8% anual se ofrecen U$S67 mil millones, a un 6,8% o 7,3% las ofertas disminuirán considerablemente.

       Ahora, estas ofertas no solo se dieron por las tasas de interés, sino también porque, tras la reunión de empresarios y políticos de todo el mundo en Washington, consideran a la Argentina un país con un 67% de viabilidad en la inversión y el préstamo de dinero frente a países del resto del mundo. Esto está relacionado no sólo al cambio de gobierno y de las nuevas medidas políticas que se fueron tomando, sino también, por el interés que mostró la administración de Mauricio Macri por resolver y negociar problemas relacionados a la deuda. Esto le fue dando seriedad al país, lo cual logró que, después de muchísimo tiempo, las calificadoras de inversión mundial le pongan buena nota al país.

       Toda esta euforia por prestarle dinero al país, le habla al gobierno de que, cuando sea necesario o quiera financiamiento, el mundo está dispuesto a dárselo a intereses muy considerables. Llevando a que Argentina pueda endeudarse a tasas de interés favorables como lo hacen todos los países serios del mundo.

        Para más información:

Ley de Pago Soberano


Ley Cerrojo




lunes, 18 de abril de 2016

Cristina Elisabet y Dilma: Reinas de corazones.


Por Nahir Nallar

        Cristina de Kirchner, llego a Aeroparque con toda una movida que pretendía ser la nueva versión de Ezeiza del ‘73. El tema es que, ni ella es Perón ni la Campora es… bueno, son otras épocas. Ahora con cincuenta o sesenta fanáticos aclamando desde debajo de un balcón y una Ex Presidenta agitando desde arriba alcanza. O les alcanza a ellos por lo menos. Lo que me queda sin entender, y en esto quiero darle el beneficio de la duda a la militancia, es si ellos saben porque Cristina tuvo (repito TUVO) que ir a Buenos Aires.




       Quizá, lo que ellos no saben es que posiblemente ella encubrió a Irán en el caso AMIA. Y lo dejo en manos de la posibilidad porque lamentablemente el Fiscal de la causa fue otra gloria de una década impune donde la justicia fue manejada a antojo y conveniencia de la clase política gobernante y una vida era solo eso, un sacrificio para mantener el imperio del robo y la inmoralidad a costa de lo que sea. 

      Escuche decir que “cuando el rio suena es porque agua trae”. Y al parecer, no solo trae alianzas terroristas ocultas importadas de medio oriente, sino también un poco de malversación de fondos, lavado de dinero y un par de miles de millones de ventas de Dólar Futuro, entre otros. ¿Será entonces que la militancia no escucha?, ¿o la corriente del río los llevó aguas adentro? Bueno, generalmente la objetividad es lo que se pierde cuando la convicción y la voluntad se venden. 

     Después del lamentable episodio del balcón, pasó lo de Comodoro Py. Y en esto no me voy a detener porque todos sabemos lo que pasó. Lo único que quiero comentar, es que no me sorprende la conducta de los fans cuando la líder ni siquiera tiene la decencia de saludar al Juez. Es que claro, el respeto también depende de si es amigo o no, y Bonadío no fue muy amable al citarla, y hacer lo que tiene que hacer un Juez, no sé quién se creerá que es… 

   Mientras tanto en Brasil, a Dilma le están preparando las valijas. Se acusa al Ejecutivo de maniobras fiscales en el cierre de 2014 y 2015, que le habrían servido para maquillar las cuentas al retrasar el pago de préstamos del Gobierno a bancos públicos. Según los juristas, esta operación permitió que el gobierno no mostrara a la sociedad que la situación fiscal era peor de lo que decían las estadísticas oficiales en el año electoral de 2014. El Ejecutivo se defiende diciendo que no cometió ningún delito de responsabilidad. 

      Lo que nos diferencia de Brasil es que por lo menos ellos están ganando una batalla institucional. La cámara de Diputados aprobó con 367 votos a favor la apertura del impeachment, lo que significa que ahora depende de los Senadores. Si es aprobado por el Senado por mayoría simple, Rousseff sería automáticamente apartada del cargo provisionalmente, hasta 180 días, mientras se la juzga. A su vez, tendría 20 días para presentar su defensa.

      Lo que teníamos en común eran gobiernos populistas que destruyeron la República y el verdadero significado de la democracia. La Argentina de a poco lo va superando, pero muy de a poco, después de doce años nadie se recupera fácil. Y Dilma, bueno, estará viendo si contrata un flete supongo.

     Es verdad que asumieron por el voto popular, pero no gobernaron de acuerdo a la voluntad popular, inventaron necesidades y decidieron cuál iba a ser esa voluntad del pueblo, gobernaron para ellos y se enriquecieron con los activos del País, con el sueldo que vos laburas mientras sus hijos pasean en aviones del Estado. Tenemos que entender como sociedad que una AHU, o cualquier plan, no sirven si te lo dan con la mano izquierda pero te roban con la derecha, no sirve que aumenten los sueldos o las garantías laborales si hay ilusión monetaria y déficit no solo en las balanzas de pago si no en la moral y en los valores que deberían significar la construcción y la consolidación de la nación para que esas asignaciones valgan el orgullo de educar nuevas generaciones, que dejen de valer pesos o reales, que valgan educación y sacrificio. 

      Así, las reinas de corazones van viendo el final del juego. El destino de ambas depende de la fuerza republicana de los países, de las estructuras institucionales y de los pueblos. Si esto no genera un precedente, vamos a volver a caer en el esclavismo. Digamos nunca más, porque la violencia tácita y la manipulación no nos desarrollan, no nos dan progreso. 

      Nos queda esperar y confiar una vez en que las cosas se acomoden, hay que trabajar para que resurjan los valores que fueron boicoteando, para que todas las clases seamos gobernadas de acuerdo a nuestras necesidades y no de acuerdo a las suyas. 

        Los dejo con esta idea…

       “El líder carismático es aquel al que sus seguidores le atribuyen condiciones y poderes superiores a los de otros dirigentes”. Max Weber. 

         ¡Buena Semana!


Nadie puede estar más en desacuerdo con un peronista, que otro peronista


Por Enrique Guardo

       ¿Por qué el peronismo es tan contradictorio? Una ideología que jamás pude entender del todo. Principalmente por sus infinitas ramas: derechistas, centristas e izquierdistas; sumado a eso las tendencias políticas como el conservadurismo, progresismo, etc. que siempre marearon mi cabeza al buscar el porqué de la ecuación: 

Política argentina=peronismo



       Primero determinemos qué es el peronismo: Es una ideología política, fundada por el mismo Juan Domingo Perón, con raíz en la clase trabajadora y una identidad social fuertemente definida que, desde la marginalidad, se convirtió en el centro y la matriz de nuestra sociedad. La identidad peronista se basa en la justicia social, soberanía política e independencia económica. 

       Lo complicado del peronismo es el cambio que ha surgido durante el paso de los años, y la “modernización” de la ideología según el contexto histórico. Y comencemos por el mismo Perón. Difícil de hablar de un sólo peronismo cuando, en lo político, no fue el primer gobierno similar al tercero. Y mucho menos, el Perón que llora la muerte del Che que el que unos años después fustiga discursivamente a la Tendencia.

          Voy a hacer una distinción entre diferentes ramas del peronismo (nombro solo algunas):

     Peronismo de Izquierda: la interpretación del peronismo revolucionario, fue iniciada por luchadores como John William Cooke y luego continuada por la Jotapé y las organizaciones armadas, que buscaron que el peronismo se radicalice hasta llegar al Socialismo Nacional.

       Peronismo de derecha: al principio fue un invento anti-peronista que quería mostrar a Perón como un Franco o un Mussolini argentino. En el peronismo había una fuerte presencia de militares que veían con simpatía el fascismo. Pero la rama peronista fascistoide recién arranca en la proscripción. Esta rama siempre hace hincapié en la idea de "ni yanquis ni marxistas", lo que se llamó "ortodoxia" peronista cuyo máximo exponente es López Rega y se plasma en la matazurdos Triple A.

          Menemismo: la encarnación neo-liberal del peronismo, que se adapta a los tiempos de la caída del muro de Berlín y al dominio neoliberal en Latinoamérica.

     Pejotismo: el peronismo también hoy se ve como un aparato. Politiquería, clientelismo, narcotráfico y mafia son sinónimos del peronismo entendido como pejotismo. Se vacía de contenido político al movimiento y estos personajes se sirven de él para juntar poder y riqueza. Este sería, si me lo permiten, el cáncer peronista.

       Kirchnerismo: Así como en los noventas fue el menemismo, el kirchnerismo es una nueva expresión del peronismo, que toma las características de un nuevo clima de época, donde la integración latinoamericana es fuerte, en el marco de Estados que intervienen en la economía. 

         El peronismo, por su misma forma populista de actuar, divide simbólicamente la sociedad en dos: el pueblo y la oligarquía. Y se está de un lado o del otro. El peronismo es el pueblo, y el antiperonismo, la oligarquía. Quien no esta de acuerdo con el peronismo es gorila, vendepatria, etc.

           Entonces, me atrevo a decir que la famosa frase “peronistas somos todos” es cierta como falsa a la vez. El peronismo puede ser interpretado de varias formas, y, con la diversificación de ideologías y la gran división que hizo el kirchnerismo; podemos encontrar en el día de hoy líderes peronistas como Sergio Massa, que tal vez sea el que más se identifica con el peronismo relegado por CFK, el peronismo puro o  peronismo originario; Juan Manuel Urtubey, representando el peronismo católico, con raíces “oligarcas” aunque alguno me refute; Daniel Scioli, que aunque perdió las elecciones sigue siendo la cabeza más fuerte del PJ, la misma Cristina Fernández de Kirchner, representando la marginalidad y el neosocialismo; y así muchos como Julián Domínguez, José Manuel De La Sota, los tucumanos Alperovich y Manzúr, Capitanich, y muchos más; que lucharán por la presidencia del legendario partido del pueblo, y no tienen la misma ideología, y son todos peronistas.

          Para concluir, puedo afirmar que el peronismo es el todo y no puede ser reducido a nada. Todo está llamado a formar parte de él. ¿Quién puede llamarse hoy peronista? Quien se sienta peronista y quien dice serlo, ya que todo peronómetro es falso, porque hay tantos como peronistas existen. 

        Espero que algún peronista, sea de la rama que sea, pueda aportar en esta nota, ya que sería bueno escuchar opiniones de todos lo que se consideran ser parte. En mi próxima crítica voy a hablar sobre el kirchnerismo, lo que significa serlo, sus diferencias con el peronismo, y el por qué, para mí, ser kirchnerista no es ser peronista.